viernes, 27 de noviembre de 2020

La magia inspiradora del vino




Desde la antigüedad, el vino ha estado presente en las artes, la inspiración y la creatividad. Dionisio en Grecia y posteriormente Baco en Roma fueron los Dioses de la fertilidad, la agricultura, las artes escénicas y el teatro. Las fiestas dionisiacas, estaban marcadas por el consumo de vino y comida en abundancia pero también por puestas en escena con música, danza y teatro. El vino ha acompañado al hombre a lo largo de la historia y diferentes civilizaciones expresaron su devoción hacia esta bebida y  en muchos casos su culto y consumo fue considerado sagrado.

Y es que desde siempre el vino ha estado ligado fuertemente a la inspiración y los procesos creativos. Casi que ese legado de fertilidad de Dionisio, se ve reflejado con la germinación de ideas e imaginación. Cuando tenemos una copa de un buen vino en la mano, nuestros sentidos se alteran, los degrades granates de su color nos seducen y sus aromas y sus sabores, nos transportan de inmediato a un estado sensorial distinto. Nuestra mente se relaja y actúa diferente. La reflexión y los pensamientos creativos emergen.

Artistas, escritores y músicos no solo se han inspirado en el vino para muchas de sus creaciones, sino que también han usado los beneficios de esta bebida, para la gestación de sus ideas. No necesitamos ser grandes artistas para vivir la creatividad del vino. Simplemente reparar en sus botellas y etiquetas, ya de por sí es un viaje creativo excepcional. La forma de la botella, sus colores, cada marca, cada tipografía empleada, sus imágenes y en muchos casos los lemas, frases y afirmaciones presentes en sus envases son un viaje creativo.

Historiadores, pensadores políticos, escritores e incluso científicos han sido seducidos por la magia del vino a través de la historia y nos han premiado con el legado de sus citas en torno al vino. Aquí algunas de ellas:

“El vino lava nuestras inquietudes, enjuaga el alma hasta el fondo y asegura la curación de la tristeza” (Plinio “el viejo”).

“Donde no hay vino no hay amor” (Eurípides).

“Hay más filosofía y sabiduría en una botella de vino, que en todos los libros” (Louis Pasteur).

“El lenguaje es vino en los labios” (Virginia Woolf).

“Me gustaría ser todo de vino y beberme yo mismo” (Federico García Lorca).

“Un vino es ideal cuando uno lamenta haber acabado la botella” (Roberto Verino).

“El vino consuela a los tristes, rejuvenece a los viejos, inspira a los jóvenes y alivia a los deprimidos del peso de sus preocupaciones” (Lord Byron).

El simple hecho de seleccionar una botella de vino ya es un ejercicio de creatividad pero compartirla con amigos lo es aún más. Cuántas veces una botella de vino con amigos ha sido la responsable de la aparición de conversaciones profundas e imaginativas, de celebración de momentos inolvidables, de declaraciones de amor, de aparición de ideas brillantes, de generación de negocios o simplemente del disfrute de la vida.

Vino y arte, vino y creatividad, vino e ideas, vino e inspiración o simplemente vino para celebrar la vida y dejar aflorar los sentimientos. Las opciones son múltiples e infinitas, pero la invitación hoy y siempre, es dejarnos embriagar de la magia inspiradora del vino, y mantener vivo el legado de sus Dioses. ¡Salud!